martes, noviembre 21, 2006

Define


con una palabra:

La dulzura de tus labios rozando los míos


La luz de tu mirada iluminando mi corazón




La s
ensación que recorre mi espalda cuando me abrazas



La delicia de sentir la humedad de tu cuerpo



La interminable nostalgia cuando estás ausente




El deleite de sentirte cerca



Y la seductora-serena pasión de nuestro amor


Fotografías: liridoyyo
y otros

lunes, noviembre 13, 2006

Un minuto


Fotografía: liridoyyo

Dame un minuto
entre tus brazos
para sentir el calor de tu cuerpo
dejar que el mío se funda con el tuyo
y hacer uno solo, único, maravilloso.

Sólo un minuto
y después dejemos correr toda una vida,
donde el tiempo no fluya
donde el tiempo desaparezca
donde no exista el ayer-hoy-mañana
donde el inicio y final sea un tu-y-yo
eterno, inmortal, infinito.


martes, noviembre 07, 2006

Abrazo


Nada hay más reconfortante
que recibir un abrazo de la persona que amas,
justo en el momento en que más lo necesitas
y sentir que eres amada
por Dios
por tu familia
por la vida
por tus amigos
...
...
..
.

martes, octubre 31, 2006

Celebración

Hoy y mañana muchos celebran las festividades de muertos, niños imitadores por diversión y algunos adultos por aburrición, en las tiendas desde hace un mes se anuncia y se venden productos por miles, de todos colores, variedades y sabores.

Hemos adoptado la tradición del halloween, adulterando la propia, la de nuestros ancestros, la de miles de años, aquella que dicen que nos heredaron los aztecas.


¿Celebro? No, no celebro la muerte, me gusta más celebrar la vida.


Recuerdo cuando era niña (sí, en aquella época ya existían los lobos) que nunca hubo en casa una ofrenda, nunca hubo un altar y nunca esperamos a que llegaran los niños y adultos a comer, de hecho aún confundo en qué día llega quien (o qué) para mi lo más divertido y delicioso era ir con mi abuelo al pueblo donde nació, a dejar flores a sus parientes muertos.

Nos levantaba a las 4 de la mañana y a más tardar a las 5 de la mañana estábamos saliendo. Aunque en tiempo normal se hace tres o cuatro horas, nosotros hacíamos el recorrido en el doble de tiempo, primero porque íbamos “puebleando” y segundo porque a él no le gustaba que corrieran a más de 60 km/hr, además que le gustaba irse por la vieja (no por una mujer, sino por la carretera libre) por no pagar la cuota, sí, mi abuelo era “codo”.

Lo rico del recorrido y de ir “puebleando” era que podíamos parar en cualquier lugar a desayunar, a saborear esos deliciosos tamales de elote, de dulce o mole, acompañados de champurrado o atole de elote, con leche o cualquier otro sabor. En el siguiente pueblo que visitábamos nos tocaba almorzar, generalmente carnitas y aprovechábamos para comprar las flores, generalmente nube y cempasúchil.

Hasta llegar al pueblo de mi abuelo, directo al panteón, a buscar la cripta donde enterraron a su mamá, abuela, tíos y una hermana mía, la mayor.

Me aburría ver como limpiaban la cripta, sacudían el polvo, limpiaban ventanas, limpiaban los floreros. Desde allí me di cuenta que lo mío no era hacerle de ama de casa, prefería salir a ver las otras tumbas, a leer los epitafios, enterarme a qué edad habían muerto e inventarle historias, desde las más tiernas, hasta las más tristes. Me perdía entre ellas, procurando no pasar encima, pues mi abuela me decía que era como pisarlos, era una falta de respeto.

A diferencia de mi abuelo, los parientes de mi abuela están enterrados en una tumba sencilla, alejada de la entrada, lo que me da una idea de que la familia de mi abuela era más pobre que la de mi abuelo.

Solía aparecerme cuando ya habían terminado de limpiar la cripta, lo que sí me gustaba hacer era acomodar las flores y acompañar a mi abuela a la tumba de su mamá.

Cuando al fin terminábamos, íbamos directo a casa de María, sobrina de mi abuela, nos invitaba a comer, cocinaba delicioso, nos guisaba chileatole, frijoles y tortillas hechas a mano, todo un manjar.

Si corría con suerte, podía ver a la tía Ventura, tía de mi abuelo, un encanto de mujer, adorable, siempre sencilla, con sus largas trenzas, con su falda llena de sorpresas, con esos surcos en el rostro que había hecho el tiempo, el trabajo del campo y la tierra, llena de vida a sus ... no sé cuántos años tendría, muchos supongo. Verla era toda una alegría y con su frase favorita “si, m’ijita” nos regalaba capulines, manzanas y duraznos priscos entre besos y abrazos, además de una bendición que duraba todo el año.

Visitar a otras dos tías era una tortura, no ofrecían ni un vaso con agua, eran aburridas, siempre cubiertas con un rebozo, con voces chillonas y a quienes siempre debíamos decirles “tía” porque de lo contrario era castigo seguro.

De regreso seguíamos “puebleando” sobre todo buscando objetos de barro, cazuelas, jarros, cántaros, ollas y molcajetes, también a mi abuelo le gustaba comprar sidra, no para bebérsela, sino para hacer negocio vendiéndola en temporada navideña.

Llegábamos a casa con de miles de cosas: frutas de la tía Ventura, pan comprado en el pueblo, frijol, arvejones, habas secas, ollas, jarros, molcajete, botellas de sidra, itacate con comida de María o comprada en el mercado y el inolvidable recuerdo de los pleitos entre mi tío que conducía y mi abuelo, ya fuera por la ruta, por la velocidad, por cualquier cosa o el interminable y malogrado deseo de mi tío de enseñar a manejar a mi mamá o a mis tías. Sin esto, viajar dos veces por año, la otra fecha era el 10 de mayo hubiera sido aburrido.

Nuestros compromisos lograron que declinara el interés por esta tradición, supe cuando falleció la tía Ventura, pero no me permitieron ir porque no cabía en el auto, fue muy doloroso para mi, no poder ver por última vez a esa hermosa mujer que muchas ocasiones me acurrucó entre sus brazos y con paciencia me mostró los animales de su pequeña granja, me cuidó y me inculcó el amor por el campo.

La última ocasión que mi abuelo visitó ese panteón fue cuando enterramos a mi abuela y casi un mes después él le hizo compañía.

No voy más a visitar esas tumbas, en parte por la nostalgia de extrañar tiempos pasados, en parte porque no creo necesario ir allá para recordarlos, aquí los recuerdo casi a diario, en mi corazón estarán hasta el día en que vuelva a verlos, no creo en ir a dejarles flores como un homenaje, para mi es más importante hacerlo en vida.







En vida hermano, en vida

Si quieres hacer feliz a alguien que quieres mucho,
díselo hoy, sé muy bueno....
en vida, hermano, en vida.

Si deseas dar una flor, no esperes a que se muera,
mándala hoy con amor.....
en vida, hermano, en vida.

Si deseas decir ¡Te quiero! a la gente de tu casa,
al amigo, cerca o lejos....
en vida, hermano, en vida.

No esperes a que se muera la gente para quererla,
y hacerle sentir tu afecto....
en vida, hermano, en vida.

Tu serás mucho más feliz,
si aprendes a hacer felices a todos los que conozcas...
en vida, hermano, en vida.

Más que visitar panteones y llenar tumbas de flores,
llena de amor corazones.....
en vida, hermano, en vida.

lunes, octubre 30, 2006

¿Puedo dormir?



- Estoy cansada mami, estoy muy cansada, ¿puedo dormir?

Mami lloraba, lloraba intensamente, cada palabra laceraba su maltrecho corazón.

- No mi vida, aún no es hora de dormir

- Pero mami cuando era más pequeña siempre me decías que ya era hora de dormir, me decías que al otro día podía mirar televisión otra vez, me cubrías con mi manto favorito, me contabas un cuento, me arrullabas y te quedabas conmigo hasta que me dormía.

Mami no contestaba, mordía su mano para acallar los sollozos

- Si mi amor, lo recuerdo.

- Mami cuéntame la historia del manto, el que me hizo mi abuela.

- Si mi niña, recuerdo aquel día que tu abuela llegó con él, de alguna manera sin que nadie se lo dijera ella supo que era un día especial, llegó radiante, feliz de saber que tu habías llegado a este mundo. Había hecho ese manto para ti, durante seis meses, día a día, pacientemente, nada le había importado más, ella le había bordado cada detalle, cada flor, cada mariposa traviesa, escogiendo los colores más hermosos, más vistosos, ella sabía exactamente lo que te gustaría. Pero no pudo verte y lo puso entre mis manos, me encargó que cubriera con él tu frágil cuerpecito, aun recuerdo el aroma a jazmines, su flor favorita, su suavidad...

- Mami, mami, que delicioso aroma a jazmín ¿me compraste jazmines?

- No mi vida, debe ser por lo que te estoy contando

- No mami, toda la habitación huele a jazmín. ¡Mira mami, abuelita está allí! me trajo un enorme ramo de flores, mira mami, está colocándolas alrededor de la cama.

- Mi niña, no te agites, shh!, calla, tranquila ¡doctor, doctor!

- Mami no te vayas, abuelita está aquí, no quiere que te vayas, dice que no te preocupes, que ella me arrullará, Dice que donde ella vive puedo jugar todo el día sin cansarme y sin que me duela nada, dice que habrá alguien que me cuidará siempre, que no habrá que ir más al médico, que ya no me pondrán estos tubos que duelen mucho, dice que tú vendrás algún día y que yo te puedo cuidar como tu me has cuidado ¿puedo ir con ella? Prometo portarme bien y no romper tus jarrones, prometo no poner tierra en tus pasteles y tampoco mojar a Lucky, el perro del vecino, prometo comerme las albóndigas, prometo aprenderme el abecedario y no enseñarle la lengua a la miss ni jalarle las trenzas a Lucy y tampoco patear a Pepe, pero déjame ir con ella ¿si mami?... Por favor... ¿puedo ir? ... ya tengo sueño, ... mucho sueño...estoy muy cansada... ¿puedo ir mami?

- Si hija, ve con ella, duerme tranquila... duerme al fin.

viernes, octubre 27, 2006

Razones




Encontré una de las miles razones por las que me gusta el azul, gracias a Williams: (aunque le pedí permiso para copy-pastearlo no pude esperar a que me contestara, espero que no me pegue en la nariz se moleste por eso)

Azul:


* El azul es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad.

* Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno.

* Se le considera un color beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. Retarda el metabolismo y produce un efecto relajante. Es un color fuertemente ligado a la tranquilidad y la calma.

* En heráldica el azul simboliza la sinceridad y la piedad.

* Es muy adecuado para presentar productos relacionados con la limpieza (personal, hogar o industrial), y todo aquello relacionado directamente con:

  1. El cielo (líneas aéreas, aeropuertos)
  2. El aire (acondicionadores paracaidismo)
  3. El mar (cruceros, vacaciones y deportes marítimos)
  4. El agua (agua mineral, parques acuáticos, balnearios)

* Es adecuado para promocionar productos de alta tecnología o de alta precisión. (No soy producto, tampoco alta tecnología y en eso de la precisión creo que ando medio falla)

* Al contrario de los colores emocionalmente calientes como rojo, naranja y amarillo, el azul es un color frío ligado a la inteligencia y la consciencia.

* El azul es un color típicamente masculino, muy bien aceptado por los hombres, por lo que en general será un buen color para asociar a productos para estos. (Insisto, me excluyo como “producto” y por supuesto me excluyo de ser “masculino”)

* Sin embargo se debe evitar para productos alimenticios y relacionados con la cocina en general, porque es un supresor del apetito. (Ahora entiendo porque soy un fracaso en la cocina)

* Cuando se usa junto a colores cálidos (amarillo, naranja), la mezcla suele ser llamativa. Puede ser recomendable para producir impacto, alteración. (Lo mismo sucede cuando me visto de verde-voltéame-a-ver ó amarillo-fastídiame-la-pupila)

* El azul claro se asocia a la salud, la curación, el entendimiento, la suavidad y la tranquilidad. (Por eso digo que el azul es bueno para la salud)

* El azul oscuro representa el conocimiento, la integridad, la seriedad y el poder. (O sea, soy muy aburrida)

jueves, octubre 26, 2006

Como se llamaria AMLO...

Prometí, casi, casi juré que en este blog no hablaría de política, que eso lo podría discutir en "La oficina de los asuntos sin importancia", pero no pude dejar pasar este y que conste que me lo envió, por correo, un fiel seguidor y fervoroso creyente de:

COMO SE LLAMARÍA ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR SI HUBIERA NACIDO EN ....

  • Alemania: Otto von Frauden
  • Arabia Saudita: Elim Postor
  • Brasil: T. del Falcao do Nascimento
  • China: Chan Chu Yo
  • Corea del Sur: Kuan Do No
  • Cuba: Silvio Panada
  • España: Paco R. Ovando
  • Francia: Pierre D'Elvotto
  • Grecia: Hurto Sinescroupoulos y AkylosTranso
  • Holanda: T. Van Aestaffar
  • India: Gandhi Sima Farsa
  • Israel: Abraham Urnas
  • Italia: Massimo Atraco
  • Japón: Tekito Tuboto
  • Líbano: Mestafa Al-Botar
  • Panamá: Many Puleo!
  • Portugal: Santiago de Trampinha
  • República Checa: Ivan A. Jodernos
  • Rumania: Robele Sinolopescu
  • Rusia: Ivan A. Timar
  • Uganda: Amin Mewele Alomimo
  • USA: Johnny Miro
  • Vietnam: Jo Dan Sen
  • Ucrania: Zhimehago Pendejoff

miércoles, octubre 25, 2006

martes, octubre 24, 2006

Ser diferente

¿Qué nos hace ser diferentes? La forma de pensar, de vestir, de hablar, el color de piel, de ojos, la estatura... la combinación de todo, algo en particular...

Meditaba en esto mientras acompañaba a mi hijo al Chopo, el lugar de encuentro de punk’s, dark’s, rockeros, reggetoneros, ska's y no sé cuantos estilos más.

Intenté copiar un estilo a petición de mi hijo: pero no vayas fresa mamá, que nos pueden asaltar, yo te digo cómo te arregles”. Y el arreglo consistió en una playera negra con estampado a escoger (entre Nirvana, Rammstein y Nightwish), pantalón negro y botas negras (míos, afortunadamente) “además, tendrás que peinarte de lado, para que un mechón de tu cabello te cubra un ojo y delinearte los ojos de negro”

Pensé seriamente en mandarlo a freír espárragos, en aferrarme a mi estilo minimalista, en arriesgarme a ser asaltada por ir fresa, pero si él me había dado gusto muchas ocasiones vistiéndose - d e c e n t e m e n t e - para asistir a eventos especiales ¿por qué no darle gusto yo? Así que accedí y le añadí un elemento más: labios oscurecidos, lo que le llenó de alegría y orgullo semi-escondidos. "Órale mamá rockera.. ¡¡metal!!" (Metal: algo así como padre, chido)

El no iría disfrazado, él iría en su estilo, que dice ser grunge, yo digo que es fachoso, iría como es él a diario, con su personalidad, con sus hermosos sentimientos, con sus ideas fantásticas, su creatividad, su dulzura, su ternura y su atuendo negro: playera, pantalón roto, cabello largo, alborotado, tenis Converse y muñequeras.

Sabía que no iba a ser fácil para mi, sabía que iba a ser casi excomulgada y desheredada, sabía que sería la comidilla de los vecinos, sabía que sería una rareza en un mundo de seres ordinarios.

Si, mis presentimientos se hicieron realidad, los vecinos amables pero sorprendidos por mi apariencia, nos saludaban. Durante el trayecto, logramos reunir una lista de miradas que incluyeron la curiosidad, desconfianza y antipatía.

Deseaba llegar lo más pronto posible a aquel lugar donde podría encajar, donde podría parecer normal, pero no fue así, de cualquier forma yo era diferente, me sentía diferente, con una playera tres tallas más grande que la mía, no era ni rockera, ni grunge, ni dark, ni nada definido, apenas un ligero intento de mezclar todo en uno, no había cambiado mi forma de pensar, ni de sentir, ni en lo que creía, tampoco era más buena o más mala, peor o mejor, era la misma dentro de un disfraz.

Pero ambos fuimos excluidos del mundo convencional, del mundo sensato, sólo por no armonizar con él, por no adoptar el estándar, fuimos excluidos a través de las miradas, de los cuchicheos, del alejamiento de quienes nos rodeaban.

Y experimentamos, una vez más, lo difícil que es ser diferente.

viernes, octubre 20, 2006

Hasta entonces




Pláticas y más pláticas, cháchara y más cháchara, discusiones diplomáticas sobre temas cotidiano-laborales y entre eso la noticia: Mateo falleció hoy.

Mateo, compañero, amigo, tramitólogo, servidor público, no burócrata. Todo eso y más fuiste. Más que compañero, mucho más que tramitólogo, muchísimo más que servidor público, muchisísimo más que amigo.

Los trámites contigo eran fáciles, sencillos. Contigo era fácil pasar lista cada mes, era fácil la comunicación, aún cuando nos aferrábamos en defender nuestra posición desde la trinchera de nuestras razones-necesidades-necedades, nunca dejaste de regalar una sonrisa, cuando la enfermedad te carcomía el cuerpo, tu corazón y espíritu seguían intactos.

Nos quitaste tu presencia lentamente, te extrañábamos de poco en poco, aunque no pudimos acostumbrarnos a tu presencia-ausencia.

No estarás más en esa sala, con tus fólders desparramados, con la fila de gestores o tu paciente espera por la tardanza de nosotros. No estarás más para apuntar con tu interminable color rojo los cambios en la lista, o la minuciosa revisión a los papeles, o la explicación de porqué no fueron aceptados los cambios, o tu último recurso cuando no entrábamos en razón: "platícalo con mi jefe" .

Pero nunca te irás del todo, estarás aquí, en el corazón de los que nos quedamos.

Cuando sea mi tiempo y llegue a donde estás, espero verte en la sala, paciente como siempre, con tu lista en mano y tus fólders llenando la mesa, espero que te hayan llegado a tiempo los papeles para el trámite de mi ingreso, espero haber hecho bien las gestiones, espero ver que en tu lista mi nombre lo hayas escrito con color rojo y espero que me digas "sale compañera, todo en orden".

Hasta entonces mi querido Mateo.

jueves, octubre 19, 2006

Cita a ciegas



Para tener uno de los encuentros mejor conocidos como "cita a ciegas" es preciso que haya intención, disposición, disponibilidad (por ambas partes) y firme decisión (al menos por una de ellas).

El lunes tuve una cita a ciegas.

El clásico "nos conocimos en..." comentando en el Uniblog, me contactó después de leernos por 6 meses más o menos, intercambiamos un par de correos, acordamos la fecha, hora y lugar, me dio dos opciones de donde podríamos encontrarnos, escogí el que consideré que me quedaba más cerca y más fácil, recuerdo que me dijo "va a ser muy emocionante" y yo pensé lo mismo.

Finalmente llegó ese día, intentamos conocer nuestra voz por teléfono antes de la cita, no se pudo, no coincidimos porque cuando me llamó estaba fuera de la oficina y cuando llamé me informaron que había salido, pero dejamos mensajes confirmando la cita para más tarde.

El momento de conocernos en persona se acercaba, conforme pasaba el tiempo me entraba la apuración, sucede que en momentos así todo se complica, a última hora encargan trabajos, llaman por teléfono, solicitan orientación, etc., etc. incluso llegué a pensar que tendría que cancelar la cita, pero no, afortunadamente Cronos se apiadó de mi y me alargó los minutos.


Llegué al lugar acordado, me había dicho que llegaría primero para que yo le buscara entre quienes se habían registrado, solo que cuando llegué, el recepcionisto recepcionista masculino me dijo que nadie se estaba registrando, así que a buscar a alguien que sólo conocía por la descripción que me había dado. Pero fue fácil, estaba allí, en la primer mesa, leyendo el libro que me había dicho que llevaría. Me acerqué y le saludé con un beso en la mejilla, con lo cual nos presentamos "formalmente".

Hablamos mucho, de todo un poco, debatimos, reímos, chismeamos, arreglamos el problema de Oaxaca más rápido que lo que tardó cierto presidente en arreglar el problema de Chiapas (en menos de 10 minutos).

Aunque fue una hora o un poco más, el tiempo se pasó volando y llegó el momento de despedirnos. Salimos de aquel lugar, nos despedimos igual con un beso en la mejilla, cada quien por su lado, pero sabiendo que allí nacía una linda amistad.

Y así fue mi encuentro con Gloria N., mi nueva amiga. Por cierto, nunca había tenido una cita a ciegas para conocer a una amiga.
__________________________________

Al margen.

Plática con alguien que leía mientras escribía. (M= Metiche, B=Beatrice)

M: Cita a ciegas, ¿tú tuviste una cita a ciegas?
B: Si, ¿por?
M: Es que no te imagino... te ves tan seria
B: Soy seria -hasta de color-
M: Pero... ¿que no eres casada?
B: Si ¿y?
M: Tu marido lo sabe
B: Por supuesto que lo sabe
M: ¿Y lo aprueba?
B: Supongo, no me dijo lo contrario, incluso me dijo cómo llegar a ese lugar
M: Entonces no le importa..
B: Pues tan le importa que me dijo que cuando terminara le hablara para que pasara por mi, sólo que no pudo al final porque tenía mucho trabajo.
M: Bueno o es muy comprensivo o muy...
B: ¿?
M: De mente abierta
B: Ah
M: Que emoción.. yo recuerdo que en una ocasión.. blah, blah, blah...

B: Ah que bien
M: El beso ¿sólo en la mejilla?
B: Si, claro -no soy lesbiana-
M ¿Cómo?
B: Nada, termina de leer
M: Ah... ¿era con una amiga?
B: Si, ¿qué pensabas?
M: Eeeste.. es que... bueno, ¿no me digas que estás cambiando de preferencia sexual?
B: No, ¿es tan difícil entender que una puede salir a hacer amigas que no conoce?
M: No, claro, bueno es que no sucede así, bueno es que..
B: Si claro, yo entiendo


Eso es lo malo de aplicar el lema "piensa mal y acertarás".

Le pregunto a Metiche: ¿Eres de los que creen que una cita a ciegas, es un encuentro de invidentes?

martes, octubre 17, 2006

Azul otra vez









Si, no importa cuánto azul hay, nunca será del todo suficiente.











Izya Shlosberg

Música lejana



Música lejana, suave, fascinante,
que seduce la mente,
arrulla, envuelve, adormece,
se lleva la voluntad, la conciencia.

Vaga lejos, ronda cerca,
muerde sueños, desvela, embriaga,
somnolienta va y viene, encanta,
inalcanzable, invisible, intocable.

Si vienes no te vayas,
si te alejas no vuelvas,
devúelveme mis anhelos
devúelveme mi sueño.

viernes, octubre 13, 2006

Canciones con recuerdo

Copyright © 2001/2006 Lana Lisitsa

Una canción, un sonido, un aroma, un color, suele recordarnos a personas, evocar momentos, añorar días hermosos, pero también recuerdos tristes, historias que deseamos enterrar, momentos que no hemos superado.

A propósito de escuchar la canción Urgent del grupo Foreigner, recordé una incipiente amistad con unas chicas muy, pero muy agradables. Una amistad que no pudo concretarse, quizá por la diferencia de edades, intereses, necesidades, quizá porque nuestros “mundos” son ajenos, quizá porque nuestro contacto no era continuo y de pronto se interrumpió.

A Mayra y Aurora las conocí en el festejo de un cumpleaños al que fui invitada, desde el principio me dieron una cálida bienvenida, con lo cual me integraron al grupo, pero a pesar de esto, yo no encajaba allí, no era mi mundo, era una extraña en medio de conocidos y la única razón por la que me sentía bien, era por su calidez, cariño y amistad, misma que correspondí.

La canción me recuerda a Mayra, de entre todo lo que le vi bailar, ésta se me quedó grabada, seguramente por el gusto que se le notaba al acompañar cada nota con movimientos que sólo podían estar dedicados especialmente a esta canción.

De Aurora, además de su alegría, me quedó el recuerdo de la etapa complicada por la que atravesaba en ese momento, la cual deseo que esté superando.

Nuestro contacto se interrumpió abruptamente, debido a situaciones difíciles y dolorosas en las que ellas indirectamente fueron involucradas y tras esto no volví a saber de ellas, pero nunca olvidaré la chispa de amistad que surgió en ese momento y que ojalá la vida nos dé la oportunidad de continuar.
Aurora y Mayra, donde quiera que estén, mi corazón, recuerdos constantes y oraciones estarán con ustedes.

miércoles, octubre 11, 2006

Juegos

Javi Moya cada lunes coloca en su página un juego de adivinar:

Películas (Parte I y II)
Marcas (I y II)
Actrices




En este último sólo me resta por adivinar 6 películas con su respectiva actriz. Es muy interesante, entretenido... y adictivo.
_______________________

Finalmente acerté todas!!

Triple filtro

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su conocimiento. Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo y dijo:

- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?

- Espera un minuto - replicó Sócrates - antes de decirme cualquier cosa, quisiera que pasaras un pequeño examen. Es llamado el examen del Triple filtro.

- ¿Triple filtro?

- Correcto. -continuó Sócrates- Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.

El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?

- No, -dijo el hombre- realmente solo escuché sobre eso y...

- Bien, -dijo Sócrates- entonces realmente no sabes si es cierto o no.

Ahora permíteme aplicar el segundo, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

- No, por el contrario...

- Entonces, -continuó Sócrates- tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.

Tu puedes aún pasar el examen, por que queda un filtro: El filtro de la utilidad. ¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?

- No, realmente no.

- Bien, -concluyó Sócrates- si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno e incluso no es útil, ¿por qué decírmelo?

Usa este triple filtro cada vez que escuches comentarios sobre cualquier persona.

___________________________________________________________________
Esto fue a propósito de un comentario que hice en el Uniblog

viernes, octubre 06, 2006

Entre gatos te veas

Hola ¿cómo estás?


____________________________________________________

Y ahora ¿qué hago?

___________________________________________________
Como anillo al dedo...

____________________________________________________
¿Qué? ¿es para hoy?
____________________________________________________
Después de un día de ardua labor...

Obsesión por el azul


Sigo obsesionada por el color azul...
o
estoy entre azul y buenas noches

miércoles, septiembre 27, 2006

Recuperándome

Enfermarse es horrible. A nadie le gusta enfermarse, bueno quizá cuando eramos adolescentes enfermarse un poco era ventaja cuando no se apetecía ir a la escuela, en esa época las enfermedades me hacían lo que el viento a Juárez, pero por supuesto no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después.

Casi nunca las enfermedades "comunes" me han tirado en la cama, pero en esta ocasión si, además de que la evolución fue muy rápida, es decir, jueves por la mañana todo bien, por la tarde empecé con escalofrío y al otro día de plano no me pude levantar.

La razón: una
gastroenteritis, que según dicen fue a causa de comer irritantes, grasa, carnes rojas y cosas por el estilo, en pocas palabras: ¡por tragona! Bien, hagamos recuento de lo que creo pudo haberme afectado:

Empezando por el 15 y 16 de septiembre: pozole (sólo dos platos por día), con su respectiva carne de cerdo, lechuga, aguacate, sin rábanos, sin orégano, con tostadas y crema, con picante, refresco, café y pan (todavía me cupo). Creo que si me excedí un poco.

Durante la semana: Comí comida "normal" sopas, platos fuertes (con carnes rojas, blancas,
amarillas), postres (hmmm), además tacos, quesadillas, café (dos tazas por día) y debo admitir que comí muchos rellerindos, que son dulces con sabor tamarindo, rellenos de una sustancia ácida y algo picosita... pero muy deliciosos.

Tan mal me sentía que yo misma pedí ir al médico, con lo que detesto ir (Bb dice que a nadie le gusta ir al médico, aunque ella pareciera contradecir este supuesto, por la gran cantidadde visitas a diversos médicos que ha hecho durante el tiempo que la conozco y otras que me ha platicado, pero eso es otra historia).

Bueno pues total que ahí voy al médico (o médica), me revisó, me preguntó que había comido los 5 días anteriores (con mi fiebre apenas me acordaba qué había comido el día anterior). Al escucharme sólo movía la cabeza de forma afirmativa como diciendo: "Eso te pasa por glotona, no te haría mal bajar unos kilitos, 'che' gorda" y empezó a escribir en su receta, a cada renglón me daba más susto, ampolletas de no se qué para la infección (¡odio las inyecciones!), pastillitas para el dolor de cabeza, suspensión para el estómago, pastilla para 'ya no me acuerdo', etc. parecía farmacia ambulante.

Y la dieta, ¡ay no! dieta (horrible palabra), cero grasas, cero irritantes, embutidos. Sólo manzanas, peras cocidas, pollo con zanahorias, papas y chayote (te cambio el chayote por doble ración de zanahorias), agua de arroz, té, suero o jugos de fruta y pan tostado. Lo cierto es que ni ese día ni al otro se me antojó algo más. "Nos vemos el lunes para revisión"

Yo ya me sentía muy bien el domingo así que ahí voy muy ufana al mercado, a los 10 minutos tuve que buscar una banca porque me mareé la médico me dijo (el lunes) que era porque traía la presión baja. Además me recetó lactobacilos para ayudar al estómago y complementos vitamínicos. Más medicamentos. Pero me aumentó dos alimentos: pescado y arroz.

El lunes a trabajar, medio mareada, pero ahí voy (ay si tu, muy cumplidora ¿no?), pero me regresé temprano a casa, sentía que a cada paso estaba más cerca de dar el "ranazo". Supuse que descansando estaría bien al otro día, pero no, la presión seguía baja (sólo en mi cuerpo, en la oficina estaba (aún) muy alta).

Ya para hoy miércoles, me siento mejor, aunque algunos dicen "traes una cara..." (pues es la única que tengo, lo siento), que adelgacé (si, con esa dieta ¿quien no?).

Por mi propio bien (el de mi familia, compañeros y amigos) espero estar totalmente recuperada en estos días.

Para colmo me está saliendo un "destello de quinceañera" en la frente...

jueves, septiembre 21, 2006

¿De dónde vienen los bebés?


No hay que desechar por completo la teoría
de que podemos encargar bebés hechos en Francia
y que nos pueden llegar por correo

Retos

La rosa roja


Cada día es un reto
No siempre es visible
si alcanzable.
Hoy es un nuevo empiezo
ser diferente, mejor que ayer
ese es el reto.
Sí, hoy acepté el reto
¿Lloraré? ¿Reiré?
¿Pelearé? ¿Soñaré?
Dejaré atrás indecisión
miedo, desidia, indiferencia
descuido, olvido.
Canjearé mi boleto por
amor, alegría, pasión
esperanza, constancia.
Acepto renovar mi espíritu
sanar mis heridas
dejar ir lo imposible.
Hoy acepto el reto
mañana es incierto.

Azul

¿Por qué me gusta tanto el azul?
Pensamientos en azul


Blue Storm
Para Fergus
Para la bella dama


martes, septiembre 12, 2006

Te amé lo suficiente


Dedicado a mi hijo Abraham, con todo mi amor.

Te amé lo suficiente, como para preguntarte a dónde ibas, con quién, y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorraras dinero para comprarte una bicicleta, aunque nosotros -tus padres- pudiéramos comprarte una.
Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar encima de ti, durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiese tomado a mí sólo 15 minutos.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, mi desilusión y las lágrimas en mis ojos. Los hijos también deben entender que no somos perfectas.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros que rompían mi corazón.

Pero sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que ´NO´ cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta por haberlas ganado porque, al final, también las ganaste tú.
Y algún día, cuando tus hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, tú les dirás:

´Te amé lo suficiente, como para hacer todo lo que hice por ti´.

Autor desconocido.


viernes, septiembre 01, 2006

Dos corazones en un mismo ataúd


Ayer nos escribió un amigo para decirnos que su madre falleció y nos habló de su deseo de estar solo, de ausentarse, pero también de sentir nuestro apoyo. En un par de renglones nos hizo partícipes de su profunda tristeza.

No estamos preparados para enfrentar el momento en que acontece la muerte de un ser querido, aunque sabemos que algún día sucederá y que es la ley de la naturaleza.

Se dice que este acontecimiento es uno de los más estresantes, que nos puede sumir en una profunda crisis emocional, bajo el riesgo de no recuperarse en mucho tiempo, debido a las circunstancias en que ocurrió, por ejemplo, si la muerte ya se esperaba o no, cuan estrecha era la relación con la persona, la edad, etc.

Experimentamos muchas emociones como no aceptar la realidad o no creer que sucedió, sentirnos confundidos o desesperados por lo que será nuestra vida de ahora en adelante, tristeza, rabia porque no entendemos por qué se fue, culpa, entre otras. Es nuestro duelo, un proceso en el que tendremos que adaptarnos a esta nueva situación, donde además tendremos que lidiar con cuestiones económicas y sociales.

Y cuando la pérdida no es nuestra, pero de cierta forma estamos ligados a ella, muchas ocasiones no sabemos qué decir o qué hacer. Intentamos hacer que olvide su dolor con frases cargadas de buena intención pero poco prácticas: “ya se te pasará, tú échale ganas” o que se distraiga para que no se acuerde, hasta llegamos a cometer la torpeza de decir “muchos días de estos”.

En alguna ocasión leí que es menos difícil para alguien que en algún momento de la vida experimentó la pérdida de una mascota, no sé hasta donde sea cierto, lo cierto es que el trabajo de duelo es un proceso complejo que depende mayormente de nuestra búsqueda de opciones y ayuda en personas, instituciones, o grupos, para que una vez que recordemos a nuestro ser querido sin dolor, cuando hayamos aprendido a vivir sin él o ella, dejando de vivir en el pasado e invertir nuestro tiempo, energía y amor en nuestra vida y en la de quienes nos rodean, nuestro duelo haya sido completado.

http://www.homestead.com/montedeoya/factores.html
http://montedeoya.homestead.com/decalogo.html
http://www.latinsalud.com/articulos/00968.asp?ap=1
http://www.psicologiapopular.com/luto.htm
http://www.cepvi.com/articulos/duelo.shtml
http://www.tanatologia.org.mx

A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd. Alphonse de Lamartine. Historiador, político y poeta francés.

viernes, agosto 25, 2006

Historia pasajera


“Te vendo mi saco”. Lo decía una y otra vez.

Con la cabeza recostada sobre el cristal iba pensando en el trabajo, en cómo resolvería algunos problemas pendientes y no me percataba que el mensaje iba dirigido a mí, hasta que tocó levemente mi hombro. Volteé a verlo entre confundida, asustada y molesta por ser sacada de mis pensamientos. Volvió a repetir la frase “Te vendo mi saco”.

Aún no podía terminar de creer que era a mí a quien se dirigía, le miré y vi a un chico atractivo, pero había algo que no encajaba en él, probablemente era el traje anticuado que debió conseguir en el guardarropa de su abuelo.

El saco estaba bien conservado, seguramente sólo fue utilizado en ocasiones especiales y guardado por alguien cuya avaricia le había impedido lucirlo y heredado con mucho pesar por desprenderse de una posesión valiosa.

No contesté, mientras jugaba con la idea de subastarlo en una tienda de antigüedades o rifarlo para una fiesta de disfraces, pero dudé en que me darían una cantidad suficiente por él y el trabajo que me costaría convencer a alguien para que me comprara un boleto.

De reojo vi que todas las miradas estaban puestas en nosotros a la espera de una respuesta mía. No decayó su ánimo y se aventuró a explicarme la razón de su propuesta.

Lo habían despedido hacía seis meses por un recorte en la empresa donde trabajaba, pero a él lo habían seleccionado por el mal desempeño que había presentado en las semanas anteriores, la causa: una mujer, ¡oh mujeres tan divinas!, una mujer que le partió el corazón cuando al volver del trabajo la encontró, no en brazos de otro, eso hubiera sido menos doloroso, sino con las maletas listas, los muebles metidos en un viejo y estropeado camión de mudanza y sin mayor explicación le dijo adiós, así de simple y sin palabras, solo a través de las llamas frías que salían de sus ojos.

No corrió tras ella en ese momento por el aturdimiento que lo paralizó y cuando trató de localizarla fue imposible, nadie supo darle alguna pista de ella. Por días y días la buscó desesperadamente, ausentándose del trabajo, justificándose con una enfermedad del corazón que le impedía trabajar, lo cual en parte era verdad. Mientras la empresa empezaba a tenerlo en la mira para el siguiente recorte.

Él venía de una familia acomodada, había viajado por el mundo, tenía una vida llena de lujos que perdió cuando su madre moribunda, al saber la noticia de su matrimonio lo desheredó y ahora ella le pagaba de igual forma, despojándolo de lo que él atesoraba como su mayor riqueza.

Regresar cada día a un hogar vacío era más de lo que podía soportar, así que decidió mudarse y por el poco dinero que le dieron al despedirlo sólo le alcanzó para rentar un cuartucho en una vecindad.
Halló refugio en el grupo de vecinos bohemios que se reunían en la jardinera atrás del mercado y se hizo el mejor aficionado y organizador de parrandas diurnas.

Y buscó empleo, sí que lo buscó, pero por las malas referencias sólo había conseguido contratarse como chofer repartidor, para eso no necesitaba el saco, lo que necesitaba era pagar sus cuentas, gastos que anteriormente no le habían preocupado, pagar su comida, pues llevaba varios días sin probar bocado, el ruido que provenía de su estómago confirmó sus palabras.

No habló más, pero sus ojos me inquirían con insistencia una respuesta. Busqué en mi bolso y hallé algunas monedas, se las di y le dije que se quedara con el saco, a él le serviría más que a mí. En su rostro vi renacer una sonrisa, tomó las monedas y de una forma poco usual me dio las gracias, hizo una agradable reverencia delante de mí, al tiempo que decía “Román te lo agradece” y se fue.

El espacio lo ocupó otro señor, se le notaba nervioso, intentaba decirme algo pero no hallaba la mejor forma de hacerlo. Finalmente se decidió. Me dijo que había visto todo y que yo no era la primera persona a quien Román le vendía algo, pero con variaciones en su historia, aunque siempre decía que había sido rico y que había viajado por el mundo, que quienes le habían visto en más de una ocasión creían que algo no le funcionaba bien en su cerebro.

Lo que sentí no puedo describirlo, emociones encontradas me llenaban y oprimían el corazón durante el resto del trayecto, molestia por ser ingenua, tristeza por Román, enfado por conocer otra versión del chisme, pena por haber sido timada con mi consentimiento y delante de los viajeros que me miraban con conmiseración.

No sabré qué fue mentira, qué fue verdad, sólo sé que conocí a Román, el fantasioso-mentiroso-engatusador y que Román encontró otra ilusa- confiada-ingenua a quien pudo despojar sin mayor problema no sólo de monedas, sino de lo que solemos perder con tanta facilidad: confianza y fe en la gente.

Algún día volveré a recorrer el mismo trayecto, lo sé y sé que si encuentro a Román, le regalaré un par de monedas a cambio de escuchar una nueva adaptación de su crónica perniciosa.

Bien aquí vamos...

Este es mi primer día, no tengo la más remota idea de qué escribir hoy... seguro algo se me ocurrirá más tarde, o quizá mañana o pasado mañana... o quizá entre en pánico escénico y se me escurran las ideas o la musa de la inspiración decida irse de vacaciones justo ahora...

Es como llegar a un nuevo hogar, un nuevo empleo, llegas te instalas y de pronto tienes ante ti un mundo desconocido, no se sabe con exactitud por donde empezar, hay mucho que hacer, mucho que decir.

Muy probablemente esto no les suceda a muchos de los blogger's que son escritores a nivel intermedio o avanzado, ya tienen la experiencia, sólo les faltaba el espacio. Yo estoy al revés, tengo mucho espacio, pero las ideas no acaban de llegar y cero experiencia...

En fin, esto es sólo para darme ánimos.


Todo comienzo tiene su encanto. Johann Wolfgang Goethe, poeta y dramaturgo alemán.