lunes, octubre 30, 2006

¿Puedo dormir?



- Estoy cansada mami, estoy muy cansada, ¿puedo dormir?

Mami lloraba, lloraba intensamente, cada palabra laceraba su maltrecho corazón.

- No mi vida, aún no es hora de dormir

- Pero mami cuando era más pequeña siempre me decías que ya era hora de dormir, me decías que al otro día podía mirar televisión otra vez, me cubrías con mi manto favorito, me contabas un cuento, me arrullabas y te quedabas conmigo hasta que me dormía.

Mami no contestaba, mordía su mano para acallar los sollozos

- Si mi amor, lo recuerdo.

- Mami cuéntame la historia del manto, el que me hizo mi abuela.

- Si mi niña, recuerdo aquel día que tu abuela llegó con él, de alguna manera sin que nadie se lo dijera ella supo que era un día especial, llegó radiante, feliz de saber que tu habías llegado a este mundo. Había hecho ese manto para ti, durante seis meses, día a día, pacientemente, nada le había importado más, ella le había bordado cada detalle, cada flor, cada mariposa traviesa, escogiendo los colores más hermosos, más vistosos, ella sabía exactamente lo que te gustaría. Pero no pudo verte y lo puso entre mis manos, me encargó que cubriera con él tu frágil cuerpecito, aun recuerdo el aroma a jazmines, su flor favorita, su suavidad...

- Mami, mami, que delicioso aroma a jazmín ¿me compraste jazmines?

- No mi vida, debe ser por lo que te estoy contando

- No mami, toda la habitación huele a jazmín. ¡Mira mami, abuelita está allí! me trajo un enorme ramo de flores, mira mami, está colocándolas alrededor de la cama.

- Mi niña, no te agites, shh!, calla, tranquila ¡doctor, doctor!

- Mami no te vayas, abuelita está aquí, no quiere que te vayas, dice que no te preocupes, que ella me arrullará, Dice que donde ella vive puedo jugar todo el día sin cansarme y sin que me duela nada, dice que habrá alguien que me cuidará siempre, que no habrá que ir más al médico, que ya no me pondrán estos tubos que duelen mucho, dice que tú vendrás algún día y que yo te puedo cuidar como tu me has cuidado ¿puedo ir con ella? Prometo portarme bien y no romper tus jarrones, prometo no poner tierra en tus pasteles y tampoco mojar a Lucky, el perro del vecino, prometo comerme las albóndigas, prometo aprenderme el abecedario y no enseñarle la lengua a la miss ni jalarle las trenzas a Lucy y tampoco patear a Pepe, pero déjame ir con ella ¿si mami?... Por favor... ¿puedo ir? ... ya tengo sueño, ... mucho sueño...estoy muy cansada... ¿puedo ir mami?

- Si hija, ve con ella, duerme tranquila... duerme al fin.

2 comentarios:

Alma dijo...

...cuando el sueño
es la causa del llanto.

DTB

Beatrice dijo...

Joss: Esperando que el llanto se vuelva consuelo del corazón..