miércoles, septiembre 27, 2006

Recuperándome

Enfermarse es horrible. A nadie le gusta enfermarse, bueno quizá cuando eramos adolescentes enfermarse un poco era ventaja cuando no se apetecía ir a la escuela, en esa época las enfermedades me hacían lo que el viento a Juárez, pero por supuesto no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después.

Casi nunca las enfermedades "comunes" me han tirado en la cama, pero en esta ocasión si, además de que la evolución fue muy rápida, es decir, jueves por la mañana todo bien, por la tarde empecé con escalofrío y al otro día de plano no me pude levantar.

La razón: una
gastroenteritis, que según dicen fue a causa de comer irritantes, grasa, carnes rojas y cosas por el estilo, en pocas palabras: ¡por tragona! Bien, hagamos recuento de lo que creo pudo haberme afectado:

Empezando por el 15 y 16 de septiembre: pozole (sólo dos platos por día), con su respectiva carne de cerdo, lechuga, aguacate, sin rábanos, sin orégano, con tostadas y crema, con picante, refresco, café y pan (todavía me cupo). Creo que si me excedí un poco.

Durante la semana: Comí comida "normal" sopas, platos fuertes (con carnes rojas, blancas,
amarillas), postres (hmmm), además tacos, quesadillas, café (dos tazas por día) y debo admitir que comí muchos rellerindos, que son dulces con sabor tamarindo, rellenos de una sustancia ácida y algo picosita... pero muy deliciosos.

Tan mal me sentía que yo misma pedí ir al médico, con lo que detesto ir (Bb dice que a nadie le gusta ir al médico, aunque ella pareciera contradecir este supuesto, por la gran cantidadde visitas a diversos médicos que ha hecho durante el tiempo que la conozco y otras que me ha platicado, pero eso es otra historia).

Bueno pues total que ahí voy al médico (o médica), me revisó, me preguntó que había comido los 5 días anteriores (con mi fiebre apenas me acordaba qué había comido el día anterior). Al escucharme sólo movía la cabeza de forma afirmativa como diciendo: "Eso te pasa por glotona, no te haría mal bajar unos kilitos, 'che' gorda" y empezó a escribir en su receta, a cada renglón me daba más susto, ampolletas de no se qué para la infección (¡odio las inyecciones!), pastillitas para el dolor de cabeza, suspensión para el estómago, pastilla para 'ya no me acuerdo', etc. parecía farmacia ambulante.

Y la dieta, ¡ay no! dieta (horrible palabra), cero grasas, cero irritantes, embutidos. Sólo manzanas, peras cocidas, pollo con zanahorias, papas y chayote (te cambio el chayote por doble ración de zanahorias), agua de arroz, té, suero o jugos de fruta y pan tostado. Lo cierto es que ni ese día ni al otro se me antojó algo más. "Nos vemos el lunes para revisión"

Yo ya me sentía muy bien el domingo así que ahí voy muy ufana al mercado, a los 10 minutos tuve que buscar una banca porque me mareé la médico me dijo (el lunes) que era porque traía la presión baja. Además me recetó lactobacilos para ayudar al estómago y complementos vitamínicos. Más medicamentos. Pero me aumentó dos alimentos: pescado y arroz.

El lunes a trabajar, medio mareada, pero ahí voy (ay si tu, muy cumplidora ¿no?), pero me regresé temprano a casa, sentía que a cada paso estaba más cerca de dar el "ranazo". Supuse que descansando estaría bien al otro día, pero no, la presión seguía baja (sólo en mi cuerpo, en la oficina estaba (aún) muy alta).

Ya para hoy miércoles, me siento mejor, aunque algunos dicen "traes una cara..." (pues es la única que tengo, lo siento), que adelgacé (si, con esa dieta ¿quien no?).

Por mi propio bien (el de mi familia, compañeros y amigos) espero estar totalmente recuperada en estos días.

Para colmo me está saliendo un "destello de quinceañera" en la frente...

jueves, septiembre 21, 2006

¿De dónde vienen los bebés?


No hay que desechar por completo la teoría
de que podemos encargar bebés hechos en Francia
y que nos pueden llegar por correo

Retos

La rosa roja


Cada día es un reto
No siempre es visible
si alcanzable.
Hoy es un nuevo empiezo
ser diferente, mejor que ayer
ese es el reto.
Sí, hoy acepté el reto
¿Lloraré? ¿Reiré?
¿Pelearé? ¿Soñaré?
Dejaré atrás indecisión
miedo, desidia, indiferencia
descuido, olvido.
Canjearé mi boleto por
amor, alegría, pasión
esperanza, constancia.
Acepto renovar mi espíritu
sanar mis heridas
dejar ir lo imposible.
Hoy acepto el reto
mañana es incierto.

Azul

¿Por qué me gusta tanto el azul?
Pensamientos en azul


Blue Storm
Para Fergus
Para la bella dama


martes, septiembre 12, 2006

Te amé lo suficiente


Dedicado a mi hijo Abraham, con todo mi amor.

Te amé lo suficiente, como para preguntarte a dónde ibas, con quién, y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorraras dinero para comprarte una bicicleta, aunque nosotros -tus padres- pudiéramos comprarte una.
Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar encima de ti, durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiese tomado a mí sólo 15 minutos.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, mi desilusión y las lágrimas en mis ojos. Los hijos también deben entender que no somos perfectas.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros que rompían mi corazón.

Pero sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que ´NO´ cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta por haberlas ganado porque, al final, también las ganaste tú.
Y algún día, cuando tus hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, tú les dirás:

´Te amé lo suficiente, como para hacer todo lo que hice por ti´.

Autor desconocido.


viernes, septiembre 01, 2006

Dos corazones en un mismo ataúd


Ayer nos escribió un amigo para decirnos que su madre falleció y nos habló de su deseo de estar solo, de ausentarse, pero también de sentir nuestro apoyo. En un par de renglones nos hizo partícipes de su profunda tristeza.

No estamos preparados para enfrentar el momento en que acontece la muerte de un ser querido, aunque sabemos que algún día sucederá y que es la ley de la naturaleza.

Se dice que este acontecimiento es uno de los más estresantes, que nos puede sumir en una profunda crisis emocional, bajo el riesgo de no recuperarse en mucho tiempo, debido a las circunstancias en que ocurrió, por ejemplo, si la muerte ya se esperaba o no, cuan estrecha era la relación con la persona, la edad, etc.

Experimentamos muchas emociones como no aceptar la realidad o no creer que sucedió, sentirnos confundidos o desesperados por lo que será nuestra vida de ahora en adelante, tristeza, rabia porque no entendemos por qué se fue, culpa, entre otras. Es nuestro duelo, un proceso en el que tendremos que adaptarnos a esta nueva situación, donde además tendremos que lidiar con cuestiones económicas y sociales.

Y cuando la pérdida no es nuestra, pero de cierta forma estamos ligados a ella, muchas ocasiones no sabemos qué decir o qué hacer. Intentamos hacer que olvide su dolor con frases cargadas de buena intención pero poco prácticas: “ya se te pasará, tú échale ganas” o que se distraiga para que no se acuerde, hasta llegamos a cometer la torpeza de decir “muchos días de estos”.

En alguna ocasión leí que es menos difícil para alguien que en algún momento de la vida experimentó la pérdida de una mascota, no sé hasta donde sea cierto, lo cierto es que el trabajo de duelo es un proceso complejo que depende mayormente de nuestra búsqueda de opciones y ayuda en personas, instituciones, o grupos, para que una vez que recordemos a nuestro ser querido sin dolor, cuando hayamos aprendido a vivir sin él o ella, dejando de vivir en el pasado e invertir nuestro tiempo, energía y amor en nuestra vida y en la de quienes nos rodean, nuestro duelo haya sido completado.

http://www.homestead.com/montedeoya/factores.html
http://montedeoya.homestead.com/decalogo.html
http://www.latinsalud.com/articulos/00968.asp?ap=1
http://www.psicologiapopular.com/luto.htm
http://www.cepvi.com/articulos/duelo.shtml
http://www.tanatologia.org.mx

A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd. Alphonse de Lamartine. Historiador, político y poeta francés.