Casi nunca las enfermedades "comunes" me han tirado en la cama, pero en esta ocasión si, además de que la evolución fue muy rápida, es decir, jueves por la mañana todo bien, por la tarde empecé con escalofrío y al otro día de plano no me pude levantar.
La razón: una gastroenteritis, que según dicen fue a causa de comer irritantes, grasa, carnes rojas y cosas por el estilo, en pocas palabras: ¡por tragona! Bien, hagamos recuento de lo que creo pudo haberme afectado:

Durante la semana: Comí comida "normal" sopas, platos fuertes (con carnes rojas, blancas,

Tan mal me sentía que yo misma pedí ir al médico, con lo que detesto ir (Bb dice que a nadie le gusta ir al médico, aunque ella pareciera contradecir este supuesto, por la gran cantidadde visitas a diversos médicos que ha hecho durante el tiempo que la conozco y otras que me ha platicado, pero eso es otra historia).
Bueno pues total que ahí voy al médico (o médica), me revisó, me preguntó que había comido los 5 días anteriores (con mi fiebre apenas me acordaba qué había comido el día anterior). Al escucharme sólo movía la cabeza de forma afirmativa como diciendo: "Eso te pasa por glotona, no te haría mal bajar unos kilitos, 'che' gorda" y empezó a escribir en su receta, a cada renglón me daba más susto, ampolletas de no se qué para la infección (¡odio las inyecciones!), pastillitas para el dolor de cabeza, suspensión para el estómago, pastilla para 'ya no me acuerdo', etc. parecía farmacia ambulante.
Y la dieta, ¡ay no! dieta (horrible palabra), cero grasas, cero irritantes, embutidos. Sólo manzanas, peras cocidas, pollo con zanahorias, papas y chayote (te cambio el chayote por doble ración de zanahorias), agua de arroz, té, suero o jugos de fruta y pan tostado. Lo cierto es que ni ese día ni al otro se me antojó algo más. "Nos vemos el lunes para revisión"
Yo ya me sentía muy bien el domingo así que ahí voy muy ufana al mercado, a los 10 minutos tuve que buscar una banca porque me mareé la médico me dijo (el lunes) que era porque traía la presión baja. Además me recetó lactobacilos para ayudar al estómago y complementos vitamínicos. Más medicamentos. Pero me aumentó dos alimentos: pescado y arroz.
El lunes a trabajar, medio mareada, pero ahí voy (ay si tu, muy cumplidora ¿no?), pero me regresé temprano a casa, sentía que a cada paso estaba más cerca de dar el "ranazo". Supuse que descansando estaría bien al otro día, pero no, la presión seguía baja (sólo en mi cuerpo, en la oficina estaba (aún) muy alta).
Ya para hoy miércoles, me siento mejor, aunque algunos dicen "traes una cara..." (pues es la única que tengo, lo siento), que adelgacé (si, con esa dieta ¿quien no?).
Por mi propio bien (el de mi familia, compañeros y amigos) espero estar totalmente recuperada en estos días.
Para colmo me está saliendo un "destello de quinceañera" en la frente...